La Universidad Dalhousie en Halifax, provincia de Nueva Escocia, en el este de Canadá, está organizando la conferencia ¿Pueden las cosechas genéticamente modificadas ayudar a los pobres? que se lleva a cabo del jueves primero al sábado 3 de octubre.
Este evento reúne a legisladores, investigadores, científicos, expertos en desarrollo y jóvenes académicos, para evaluar las implicaciones de la utilización de semillas transgénicas en las cosechas como una herramienta para aliviar la pobreza y el hambre.
Hay que recordar que Canadá es uno de los productores de transgénicos más importantes en el mundo y que los que se oponen a la producción de estos transgénicos afirman que hasta el momento no existe en el país una política consistente en cuanto a su utilización en la ayuda humanitaria.
La joven historiadora colombiana Laura Gutierrez Escobar, candidata al doctorado en Antropología en la Universidad de Carolina de Norte en Chapel Hill, Estados Unidos, fue invitada por la Universidad Dalhousie para participar en esta conferencia.
Su tesis investiga los conflictos por el uso y la propiedad de las semillas en Colombia a partir de la expansión de los transgénicos y las leyes de propiedad intelectual sobre material vegetal (patentes, derechos de obtentor, sistemas certificadores de semillas, etc.) en el marco del neoliberalismo, en especial del Tratado de Libre Comercio, TLC, con los Estados Unidos.
Como exigencia para la firma del TLC con Estados Unidos, Colombia debió adherirse a la Unión para la Protección de la Obtenciones Vegetales, UPOV, en su versión de 1991, un convenio internacional que protege fuertemente los derechos de propiedad intelectual de las empresas de biotecnología, como Monsanto o Syngenta, al establecer que los Estados miembros no están obligados a garantizar el “derecho a la reserva” de los agricultores, es decir, el derecho a guardar las semillas libremente para la próxima cosecha.
Su tesis discute los logros y retos de la recuperación y defensa de semillas tradicionales y libres de propiedad intelectual como formas de resistencia frente al proyecto neocolonial de la agricultura corporativa y la biotecnología que impone el conocimiento occidental “experto”, la mercantilización de la vida, las lógicas de acumulación de capital, y la destrucción de la economía campesina.
Laura Gutierrez Escobar, desarrolló su trabajo de campo con la Red de Semillas Libres (RSL) y, en particular, con los guardianes de semillas de las comunidades indígenas de Riosucio, Caldas, Colombia. La RSL es una confluencia de organizaciones campesinas, indígenas, afro-descendientes y agricultores urbanos y ONGs de derechos humanos y ambientalistas, y otros colectivos de la sociedad civil, que defienden la soberanía alimentaria, el territorio y la agro-biodiversidad en Colombia, a partir de la recuperación de semillas tradicionales como patrimonio colectivo de los pueblos. Pablo Gómez Barrios conversó con ella.
Por
, Radio Cánada international.
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